Cuesta creer que los caballeros del FBI sean tan ¿ingenuos? como para creerse todo lo que les cuentan.
Un ciudadano sueco de 40 años, en viaje de negocios a los Estados Unidos, se encontró a su llegada a Florida un recibimiento inesperado: fue inmediatamente esposado y conducido a una sala de interrogatorios, donde pasó once agitadas horas antes de ser devuelto a Suecia.
El "motivo": el nórdico está en pleno divorcio, y su suegro decidió enviar un email al FBI avisando de que este sujeto tenía relaciones con Al-Qaeda en Suecia, y que viajaba a Estados Unidos para reunirse con otros elementos subversivos. El motivo del correo calumnioso era simplemente fastidiar a su yerno...
Pero tranquilos, que tan "afectuoso" suegro nos considera a todos imbéciles, cuando se justifica diciendo que "no creía que las autoridades estadounidenses fueran tan paranoicas".
Nos lo cuenta hoy Schneier, y aún así cuesta creerlo.
martes, 6 de noviembre de 2007
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